Propone una antropología más cercana a las ciencias humanas, cuya tarea principal no es medir y clasificar, sino interpretar. De este modo, Geertz restaura una para los que se trataba de leer el quehacer humano como un texto y la acción simbólica como un drama en el cual se manifiesta por sí misma la capacidad humana de expresarse en una retórica autoconsciente. Desde finales de la década de los sesenta, la disciplina que cultiva Clifford Geertz se ha calificado como antropología simbólica.
No se trata de una escuela, sino de un modo de concebir el trabajo antropológico. La concepción de lo simbólico de Geertz se opone a otras formas de entender el simbolismo. Su enfoque incluye diversas variantes, que requieren maneras de interpretar en varios niveles. La antropología de Geertz contribuyó a un giro fundamental en esta disciplina, que consiste en relativizar el punto de mira del antropólogo mismo y que cuestiona sus condicionamientos y prejuicios como factores que influyen en su trabajo. Geertz es un creador único e irrepetible y La interpretación de las culturas es uno de los hitos principales de la antropología contemporánea.
En antropología o, en todo caso, en antropología social lo que hacen los que la practican es etnografía. Y comprendiendo lo que es la etnografía o más exactamente lo que es hacer etnografía se puede comenzar a captar a qué equivale el análisis antropológico como forma de conocimiento. Corresponde advertir enseguida que ésta no es una cuestión de métodos.
La cultura es un contexto dentro el cual puede describirse todos esos fenómenos de manera intangible, es decir, densa. La cultura está compuesta de estructuras psicológicas en las cuales los individuos guían su conducto, ya que es una manera de pensar, sentir y creer.
Nos habla en sí de la cultura que debemos de saber de ellos, claro hay distintas perspectivas de cada quien y pues hay que saber cómo manejar y llevarlas a cabo.
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